Con profundo dolor, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Paraná informa que este domingo, 13 de junio, falleció Horacio Gaitán, Director General de la institución, tras batallar durante tres semanas contra el Covid.
Por ese motivo, este lunes no habrá atención en la Defensoría del Pueblo. Por urgencias, se solicita comunicarse por mensaje de texto/whatsapp al 343 6226414, al correo electrónico defensoriaparana@gmail.com o por Facebook en Defensoría del Pueblo de Paraná. Por temas de mediación, al 343 5163712 o a través del mail mediacionparana@hotmail.com.
Horacio Gaitán tenía 56 años y fue parte del grupo de trabajo inicial de la Defensoría del Pueblo, cuando se creó en 2003, e integró el Registro de Mediadores Comunitarios Voluntarios de la institución desde 2006.
Con una memoria admirable, recordaba fechas, anécdotas y acciones de la institución a lo largo de estos 18 años de existencia. Era un reservorio de la historia que no se encuentra en los papeles y también, de la que queda en los registros escritos. Siempre tenía el dato. Y esa habilidad la desplegaba además en relación a la historia argentina y, especialmente, a la referida a la Unión Cívica Radical (UCR), ideas con las que congeniaba sin ahorrar una mirada crítica.
Tanto tenía presente hechos de otro tiempo, que ante determinadas consultas y reclamos de vecinos, referidos principalmente a temas bancarios, solía apelar a la historia para explicar el porqué del funcionamiento actual del sistema financiero.
Al atender consultas de la ciudadanía, no reparaba en el tiempo, ni en las explicaciones, y lo hacía desde la calidez y amabilidad. Su sensibilidad estaba presente en las distintas facetas de su vida, pero en la Defensoría basta un ejemplo: no dejaba que los vendedores ambulantes que llegaban hasta la oficina a ofrecer sus mercaderías se fueran sin nada; él compraba aunque no le hiciera falta.
Su sonrisa recurrente, sus charlas largas y pausadas, abundantes en referencias; su predisposición incondicional, sin horarios ni días; sus muestras de amistad y el sonido cansino de sus pasos en la larga escalera de ingreso al edificio de calle Monte Caseros 159, serán imágenes que los integrantes de esta institución atesoraremos de Horacio, una buenísima persona que lamentablemente dejó este presente.
“Descansa en Paz, Horacio, diste lo mejor de vos. No alcanzaste a estar en la nueva sede que tan entusiasmado te tenía, pero nunca dejarás nuestros recuerdos…”, es el sentimiento de los que compartimos el lugar del trabajo que tanto honraste.