El Defensor del Pueblo de la Ciudad de Paraná, Luis Garay, participó de la manifestación masiva que se realizó el miércoles en la Plaza 1º de Mayo de Paraná, en repudio al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) que proporcionó el 2×1 a un represor de la última dictadura cívico militar de Argentina.
“Siento vergüenza ajena, no solamente como Defensor sino como ciudadano. Me parece que ha sido un retroceso muy importante en las políticas de derechos humanos que han sido ejemplo en el mundo durante los últimos años. Hoy nos miran con otros ojos. Yo no lo llamo un error, creo que ha sido totalmente preparado por los tres integrantes de la Corte, por eso creo que al margen de que esté la ley (en relación a la norma aprobada el miércoles por la Legislatura nacional), que ha salido y es un triunfo de la democracia y de la reacción que suele tener la ciudadanía ante las injusticias, entiendo que esto tiene que tener otro tipo de castigo. Nosotros, como Asociación de Defensores, nos presentamos mañana ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidiendo que se revea el fallo”, dijo en declaraciones a El Diario.
Cabe recordar que la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina (Adpra) se expidió mediante un documento, emitido durante el II Plenario realizado el jueves y viernes de la semana pasada en Vicente López, Buenos Aires. Los Defensores repudiaron el fallo por considerarlo un profundo retroceso en materia de derechos humanos.
“Como instituciones de Derechos Humanos nos preocupa la interpretación que plasma el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación porque resulta contrario a las políticas y a la defensa de los derechos humanos sustentadas hasta el presente.
El voto de Elena Highton de Nolasco, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti que decide el fallo de la CSJN constituye un retroceso y el camino hacia la consagración de la impunidad en delitos de lesa humanidad. Es una decisión política que expone a la Argentina en su política de derechos humanos y la coloca en una situación internacional comprometida y vergonzosa”, consigna una parte del documento.