Ante la proximidad de fin de año, se dio un cierre temporal a los talleres que desarrolló el Centro de Mediación de la Defensoría del Pueblo de Paraná durante la etapa de pandemia en el Centro Integrador Comunitario Este (CIC II), lugar que se constituyó en un refugio municipal para personas en situación de calle a partir de marzo, cuando entró en vigencia el aislamiento obligatorio. También, durante el 2020, se instrumentaron distintas instancias de acompañamiento en la Casa de la Mujer y el Hogar Madre Teresa de Calcuta, residencia de varones adultos mayores en situación de calle. En estos lugares, un grupo de mediadores voluntarios desarrolló rondas de escucha, conversación y lectura en el marco del programa de Acciones Solidarias en Contexto de Pandemia, pensado desde el Centro de Mediación como una manera de aportar contención durante los tiempos inéditos de este año. La propuesta continúa a partir de enero próximo en el Hogar Teresa de Calcuta.

Talleres y rondas de escucha en el Hogar Teresa de Calcuta.

Los residentes en el Hogar también pudieron participar del Taller de Palabra, conducido de manera voluntaria por Silvana Goldemberg, escritora entrerriana que reside en Canadá desde donde se conectaba vía online todos los viernes.

En el CIC se sostuvieron -con una marcada participación- los talleres de lectura y plástica. El primero estuvo a cargo de Silvina Suárez, integrante del Centro de Mediación, y la actividad sumó durante su desarrollo la conformación de una biblioteca propia a partir de una colecta de libros y revistas organizada por mediadores. El taller de plástica estuvo guiado por Andrés Leiva, artista plástico y muralista, parte también del equipo de trabajo del Centro. Durante el año se concretaron murales comunitarios, entre otras actividades que tuvieron como centro la participación de las personas residentes en el lugar. Además, los miércoles se mantuvieron las rondas de conversación y escucha.

Etapa de trabajo de bocetos de un mural comunitario pintado en el paredes del CIC en agosto. Andrés Leiva, a cargo del taller.

Parte del mural pintado en agosto.

Mural pintado en diciembre.

Tras el breve resumen de lo realizado, cabe remarcar que la intención de quienes conducen e integran los talleres es reiniciarlos el próximo año, en vista de los excelentes resultados y adhesión obtenidos durante la experiencia vivida en 2020.

Cabe recordar que la Defensoría del Pueblo, junto a una veintena de instituciones y organizaciones de la ciudad, conforma la Red por los derechos de las personas en situación de calle. El espacio quedó conformado en 2019, en base al principio La calle no es un lugar para vivir, convicción que ha motorizado acciones e intervenciones de la Defensoría del Pueblo desde los inicios de la institución, en 2003, con el fin de requerir políticas públicas que atiendan las situaciones extremas, de vulneración de derechos de quienes no tienen otra opción que permanecer en la calle.

De colectas y actitudes solidarias

La organización de colectas solidarias fue uno de los ejes de trabajo, junto al de ofrecer escucha, que inspiró al programa Acciones Solidarias en Contexto de Pandemia, organizado por mediadores comunitarios perteneciente al Registro ad honorem de la Defensoría del Pueblo. Así se organizaron colectas. Las dos primeras fueron de alimentos y se iniciaron en agosto. Los aportes de esta convocatoria se distribuyeron en los merenderos de la ciudad y a familias de niños y niñas de la comunidad de la Escuela Nº 190, Obispo Gelabert y Crespo, ubicada en Avenida de las Américas al 1900. La tercera fue de libros, revistas, juegos de mesa y útiles escolares en general, con el fin de colaborar en la creación y fortalecimiento de bibliotecas y aportar elementos valiosos a talleres de lectura y de apoyo educativo que integrantes del Centro de Mediación brindan en instituciones de la ciudad, con las que la Defensoría del Pueblo de Paraná viene articulando acciones desde hace tiempo.

 

Libros y revistas aportados en la colecta.

Silvina Suárez condujo el taller de lectura en el CIC.

La propuesta generó interés y adhesión en el CIC.

Y la última fue en octubre y se trató de reunir elementos de limpieza e higiene personal a beneficio de la Red Puentes y Hogar de Cristo, ámbitos donde se acoge a personas, principalmente jóvenes, con problemáticas de pobreza, consumos de sustancias y en situación de calle. Ambas organizaciones –una es un dispositivo del Movimiento Popular La Dignidad y la otra es parte de la iglesia católica- conforman, junto a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Paraná y otra decena de instituciones, la Red por los derechos de las personas en situación de calle.