Los colores van iluminando los dibujos. Las paredes de la escuela Nº 181 Osvaldo Magnasco, que eran blancas, van quedando hermosamente pintadas con tortugas multicolores, en medio de flores, plantas, nubes, rayos de sol, cielos rosas, agua y otros animales.
Son los nenes y nenas de 4 y 5 años del Jardín La Tortuga Andariega de la escuela, ubicada en Avenida Almafuerte 1060, junto a sus mamás, papás y docentes, quienes le van dando forma al mural de mano del artista plástico y muralista, Andrés Leiva, integrante del equipo del Centro de Mediación de la Defensoría del Pueblo de Paraná.
Los dibujos y colores muestran a la tortuga andariega en su mundo luminoso, de niños y naturaleza, recorriendo las paredes del ingreso y el frente del edificio adonde asisten los más pequeños.
La obra es una manera de conmemorar los 50 años de existencia de los jardines y, también, una bella forma de identificar el lugar.
El mural se realiza con la colaboración y coordinación del Centro de Mediación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Paraná. Comenzó a concretarse en los primeros días de julio, después de un trabajo en taller, y las tareas se retomaron luego del receso invernal. La obra se funda en la idea de pintura comunitaria que siempre está presente en cada mural concretado desde la Defensoría de Pueblo.
La institución, a través del artista plástico Andrés Leiva, viene impulsando desde 2018 diversos proyectos participativos en espacios comunitarios de distintos barrios de la ciudad, en el marco del Programa Arte y Convivencia. A través de los murales se buscan visibilizar derechos ciudadanos, generar reflexión sobre distintas realidades y temáticas, así como realizar homenajes a, por ejemplo, personas trabajadoras de una comunidad, y reivindicaciones a procesos históricos de instituciones, como es el caso de la existencia del jardín de la escuela Magnasco. Todo ello se logra en base a herramientas de las artes plásticas, del diálogo, el trabajo multidisciplinario y de la participación comunitaria.