Una decena de personas mediadoras comunitarias, la mayoría integrante del equipo de trabajo de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Paraná junto a miembros del Registro ad honorem y voluntario de la institución, comenzó una capacitación sobre facilitación del diálogo en ámbitos de encierro, programa que desarrolla la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) para atender contextos carcelarios de distintos puntos del país.

El curso comenzó el martes 21 de marzo y son parte del grupo la Defensora del Pueblo de la Ciudad de Paraná, Marcia López, y la Coordinadora del Centro de Mediación, Irina Chausovsky. La modalidad de la capacitación es virtual, con encuentros programados y lecturas de material. Se extenderá a lo largo de 2023.

La Defensora Marcia López y la Coordinadora del Centro de Mediación, Irina Chausovsky, participando de uno de los encuentros virtuales.

El objetivo del programa, que se replica en Paraná, consiste en contribuir a la formación de un grupo de personas con el fin de –a través de ellas- “promover acciones de diálogo en contextos de encierro o vinculados con ellos”.

Es que el proyecto considera al diálogo como base invalorable de transformación de situaciones y realidades. “La utilización del diálogo como método para resolver conflictos por parte de las personas que viven y trabajan en las cárceles es el indicador clave que permite prever transformaciones favorables a los derechos humanos”, se lee en parte del material provisto por el programa del PPN, titulado Marcos de Paz (MdP), la palabra como medio.

La propuesta parte de la certeza de que “el diálogo se aprende y se desarrolla como posibilidad -en lo personal y en lo grupal- básicamente dialogando” y que las transformaciones surgen en quienes lo protagonizan porque a través de él encuentran “algunas posibilidades que antes no habían tenido: poder pedir ayuda, vislumbrar nuevos puntos de vista, conocer mejor a ciertas personas, descubrir sus propias potencialidades, etc”.

En cuanto al rol de los facilitadores, los organizadores explican que radica en “acompañar el diálogo durante el tiempo que sea necesario, del modo más adecuado a las circunstancias y a las personas de cada comunidad (…) Para que el diálogo se incorpore, en lo posible, a la vida de esas personas”.

Todo ello, partiendo de la base de que la palabra es un derecho humano. Su ejercicio libre es considerado fundamental, por lo que las instancias de facilitación se fundan en espacios en los que predomine la invitación al diálogo, a la escucha atenta y respetuosa y a la reflexión.

Programa de Formación-Acción para la Facilitación del Diálogo en Contexto de Encierro es el título completo de la capacitación, que transita el octavo año de instrumentación.

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De qué se trata

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La Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN) es un organismo estatal que funciona en el ámbito del Poder Legislativo, con autonomía e independencia, y cuyo objetivo fundante consiste en proteger los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad en el ámbito federal y asimismo, controlar la actuación del Servicio Penitenciario, según informa la página web institucional. En ese marco, cumple la función de mecanismo de prevención de la tortura y otros malos tratos.

Desde 2015, la PPN comenzó a desarrollar experiencias de diálogo en contextos carcelarios con la colaboración de otras instituciones públicas. Concretamente, se trató de ayudar a construir colaborativamente con los integrantes de cada “comunidad de encierro”, un espacio –“denominado “Probemos Hablando”- para que dialoguen entre sí las personas privadas de libertad, y otro análogo, “Concordia”, para quienes se desempeñan como agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Todo ello, con la posibilidad de que se construyan espacios para el diálogo entre las personas privadas de libertad y las autoridades, en diversos formatos, se consigna.

“Probemos Hablando”, uno de los espacios desarrollados en contextos carcelarios.

Desde 2017, la labor se desarrolla desde el programa específico Marcos de Paz (MdP) y cuenta con el aporte de un grupo de facilitadores del diálogo integrado por integrantes de la PPN, de personas que se suman como voluntarias y desde otras instituciones públicas. En este último grupo se enmarcará la participación de la Defensoría del Pueblo de Paraná, que en el futuro procurará iniciar un trabajo sostenido en el tiempo en unidades carcelarias locales.